El próximo viernes 8 a las 18 horas, se realizará una reunión de trabajo con cena organizada por los Contratistas Rurales de San Cayetano. La finalidad es agrupar a contartistas del sudeste de la provincia de Buenos Aires. Se contará con la presencia del Asesor de FACMA (Federación Argentina Contratistas de Maquinarias Agrícolas), Ing. Ricardo Garbers. La reserva de tarjetas puede realizarse a los teléfonos: 02983-15414730 o 15644095. Por mail: rubenc@copesa.com.ar.El ingeniero Ricardo Garbers, del departamento económico de la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (Facma) ofreció disertación denominada “El contratista argentino, un modelo eficiente, un modelo exportable”, que formó parte del ciclo de conferencias en AgroActiva 2007.
Sobre su exposición, aclaró que “en pocas palabras podemos decir que el contratista argentino es eficiente, trabaja, es valiente, arriesgado y va a abrir las fronteras del país”.Los especialistas coinciden en que las fronteras del país deben extenderse (así lo indicó el ingeniero Pablo Adreani en su charla “la demanda mundial de alimentos y su impacto en Argentina”) porque, por ejemplo, si Formosa está a la misma altura que Paraguay porqué no produce soja”. En tal sentido, Garbers comentó que “el contratista expande las fronteras porque lleva la tecnología pero quién en Formosa tiene conocimiento para hacer soja y qué maquinaria agrícola adaptada para el cultivo de soja hay.
“Seguramente el contratista llegará al lugar porque es itinerante, arriesgado, tiene olfato, visión y es eficiente porque no quiere perder plata”. El contratista debe prestar un buen servicio para ser contratado al año siguiente por el mismo productor pero, para lograr todo esto, se necesitan precios justos y no productores que pidan descuento permanentemente.
Los motivos del desfasaje en los precios son, según Garbers, que “hay una falsa creencia de que se debe pedir siempre descuento al contratista y el que siempre lo consigue es el que cambia siempre de contratista”. De todas maneras el ingeniero enfrenta esta realidad y asegura que “una anécdota señala que una persona del sur bonaerense, conocida en el ambiente, todos los años cambia de contratista para la cosecha y entonces consigue precios pero cada vez son menos los que quieren trabajar con él; sin embargo la contracara es que hay productores con los que trabajamos desde hace cuatro generaciones y esas relaciones son las más provechosas y constructivas”.
En estos momentos los contratistas pueden actualizar sus máquinas “porque los fabricantes se han adaptado a las exigencias –remarcó el ingeniero-, aunque hay que tener en cuenta que el 57 por ciento del financiamiento proviene de fondos propios, es decir, el uso del valor del usado. Del resto el 25 por ciento corresponde a financiación bancaria y 18 por ciento de otros sistemas financieros”. El contratista tiene en su mano la tecnología y por lo tanto, como cualquier persona que adquiere una maquinaria de más de 30 mil dólares, quiere amortizarla en el menor tiempo posible. Al respecto Garbers enfatizó que “esto no puede lograrse quedándose en la casa por lo que tiene que estar arrendando o trabajando por pago de servicios”.
En EE.UU y Canadá, según lo explicado por el disertante en AgroActiva 2007, el contratista tiene otro parámetro de amortización porque trabaja entre 2.500 y 3.000 hectáreas por año y en Argentina, para amortizar su máquina, un contratista debe trabajar entre 3.500 y 4.000 hectáreas –en algunos casos llegan a 5.000- merced a los avances en genética, tecnología y comunicaciones.
“Por su parte –agregó el economista de la Famac- el contratista europeo es de menor trayectoria, no sale a buscar trabajo porque posee la información a través de los anillos de maquinaria que son muy efectivos. Estos registros tienen datos del porte de maquinaria de todo el país y le indican al contratista donde están las oportunidades de trabajo. También funcionan las cooperativas en Francia, que junto a un sector de la región francesa de Canadá, es el único lugar en el mundo en dónde funcionó este sistema. Estas cooperativas tienen un techo de eficiencia y no pueden alcanzar a los de Alemania o Inglaterra que interactúan entre ellos e intercambian sobrantes o faltantes de maquinarias”.
Para finalizar Ricardo Garbers volvió a resaltar la figura del contratista argentino y dijo que “es muy eficiente internamente” aunque criticó que “externamente no operan entre los contratistas, aunque cabe aclarar que en los países nombrados la maquinaria está subsidiada y en Argentina está anti-subsidiada porque a la producción el Estado le quita una gran parte”.
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